Una de las grandes alteraciones que está provocando el cambio climático es la alteración de los tipos de árboles que existen en los bosques. Por ejemplo, cuando sube la temperatura a lo largo de varios años seguidos en una montaña, como está ocurriendo por el calentamiento global, los árboles más adaptados a menores temperaturas van "migrando" (es decir, creciendo sus poblaciones) a mayores altitudes para poder mantener su rango de temperatura (aproximadamente, cada 167 metros la temperatura sube un grado de media). Pero se ha visto que no siempre es así, tiene que haber otros factores que afecten a esta “migración” de los árboles.
Por otra parte, los microorganismos del suelo tienen una influencia muy importante en las plantas (como puedes ver en esta otra entrada del blog sobre los microorganismos de la rizosfera). De hecho, los microorganismos que viven en las raíces, y concretamente en la rizosfera, se considera que son el equivalente de la microbiota intestinal en los humanos, con la importancia en la salud que esto conlleva. Concretamente, se lleva unos años observando que el “Plant-soil feedback” (el proceso en el cual las plantas alteran las características bióticas y abióticas del suelo donde viven) puede ser utilizada por las plantas como un arma para “luchar por un territorio”. Es decir, diferentes tipos de plantas fomentan el crecimiento de bacterias beneficiosas para ellas y patógenas para otras especies con el fin de que ellas puedan sobrevivir mejor. Explicado de otra forma, las plantas de una misma especie utilizan el pequeño ejército del suelo para conquistar otro territorio.
Investigadores estadounidenses acaban de publicar en la prestigiosa revista nature ecology & evolution los resultados de un estudio a gran escala sobre este fenómeno del “Plant-soil feedback”. En este estudio han descubierto que este fenómeno es mucho más importante de lo que se pensaba, y que es capaz de moldear los bosques. Han observado que la capacidad de las distintas especies de árboles para “conquistar” nuevas zonas depende en gran manera de la capacidad de éstos de manipular los microorganismos del suelo a su favor.
¿Cómo lo han hecho?
Hicieron varios estudios desde muchos puntos de vista. Por una parte, estudiaron una gran cantidad de zonas montañosas en Estados Unidos, analizando el suelo en cada uno de ellos, en diferentes estratos de altitud, contrastándola con la temperatura a lo largo de los años, así como la distribución de varias especies, especialmente el Populus angustifolia, de la familia del álamo o chopo.
En paralelo a esto, tomaron muestras de suelo a diferentes alturas de la montaña, en suelo que había sido modificado por árboles de P. angustifolia (es decir, que había sufrido un proceso de “Plant-soil feedback”), y otro sin modificar. Entonces cultivaron árboles independientes en los dos tipos de suelos, todos a la misma altura en condiciones de invernadero, y vieron que las plantas que eran cultivadas en suelo modificada por su misma especie crecían mejor. Es decir, las plantas crecían mucho mejor en suelo “preparado” por “su gente” que en suelo preparado por otras especies. En paralelo, hicieron estudios microbiológicos del suelo, demostrando que estas modificaciones del suelo eran debidas a los microorganismos del suelo.
Conclusiones
En este artículo se demuestra que los microorganismos afectan a nuestro entorno de las formas más insospechadas, ya que son capaces de “mover” bosques. Por esta razón, es importantísimo que se invierta en la investigación de los microorganismos que nos rodean, ya que puede ser la fuente de soluciones agrícolas, medioambientales o médicas de formas que hoy en día ni siquiera nos imaginamos.
Gracias por tu aportación. Felicidades.
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